La crisis sanitaria que orilló a las naciones a confinar a sus habitantes el año anterior dio paso a la transformación de las tendencias de consumo y formas de compra; el e-commerce fue durante 2020 la principal modalidad de compra del mayor parte de la población mundial. Por esta razón, se ha acelerado la competencia entre las compañías tecnológicas por superar los retos de la última milla. En el caso de América Latina, la empresa originaria de Chile SimpliRoute se ha propuesto utilizar nuevas tecnologías.
La corporación ha puesto en marcha por medio de Machine Learning y la inteligencia de datos una aplicación con la que se permite predecir casi con exactitud y con un margen de error de tan solo cinco minutos, la llegada del producto a su destino final tras la compra vía online. Esto da certeza a los clientes, mejorando y optimizando las rutas de entrega, en este último paso es donde más problemáticas se encuentran, ya que el 76% de las entregas despachadas de manera mensual se realiza a tiempo, 14% a destiempo y el 10% simplemente no se realiza.
Existen distintas razones por las cuales el pedido no logra ser entregado, algunas de están son porque el cliente no estaba en casa; el cliente rechazó el producto; el paquete se dañó en tránsito y robo y extravío, según el reporte. Aunado a estas situaciones, una de las más importantes es la falta de referencia de una dirección o una dirección imprecisa derivando en la no finalización del despacho, por lo que este es uno de los procesos que genera más costos, pérdida de tiempo y reclamos.
Debido a esta problemática, se busca que con la tecnología Machine Learning se logre el desarrollo de un software que piense como un chofer, es decir que este programa establezca la ruta para la llegada al destino final tomando criterios que un ser humano tomaría en cuenta. Gracias a esto, la empresa latinoamericana por medio de este nuevo programa y a través de su equipo de data science pretende que se aprenda con base en el comportamiento de los conductores, a diseñar rutas eficientes y agradables.
El 2020 fue la punta de lanza para las corporaciones y su forma de digitalizar su mercado, en este nuevo horizonte comercial la velocidad y la precisión con la que se realicen las transacciones son fundamentales para mantener la lealtad del consumidor. Por esto, el proceso de la última milla ha sido y será un reto para las empresas, ya que tras las problemáticas será necesaria la búsqueda de una mejora tecnológica que brinde soluciones a los obstáculos e impulsando la calidad de los proveedores.
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